AIDA PARRAGA Y CLAUDIA HERODIER EN CULTURA
El pasado miércoles 9 de abril se presentó en el marco de los Miércoles de Poesía, el número 98 de la Revista Cultura, editada bajo la dirección del Poeta Luis Alvarenga y bajo el sello editorial de la Dirección de Publicaciones e Impresos.
En este número, que es doble, se presenta un Homenaje al Grupo Literario Piedra y Siglo, que ha cumplido 40 años de trabajo poético y que está integrado por Ricardo Castrorrivas, Rafael Mendoza, Ovidio Villafuerte, Luis Melgar e Iraheta Santos. Homenaje más bien merecido y necesario como constancia histórica del trabajo de estos incansables poetas que durante más de cuatro décadas, desde sus diferentes trincheras estilísticas, han producido arte y espacios de crítica, análisis y pensamiento.
Pero además, el director de la revista, ha tenido a bien incluir un poema largo titulado Tango, de mi autoría; esto me llena de felicidad y sobre todo de orgullo pues CULTURA ha sido en nuestro país el referente obligatorio, sobre todo, de la literatura nacional e internacional. Por las páginas de esta revista han pasado grandes escritores de todas las latitudes y que se le publique un texto a uno es importante.
Este Tango tiene varios puntos de origen: un largo y profundo amor porteño, una curiosidad por el Lunfardo, un asistir a un espectáculo, un comprobar que el tango se está reinventando diariamente, un no parar de cumplir años, una crisis económica, un participar en "Cacerolazo de De la Rua", en fin, que es un poema engendrado por diferentes padres y madres, y por la misma.
Además, también ha sido publicado un texto de nuestra compañera Claudia Hérodier en el que analiza y comenta el trabajo poético de nuestro querido André Cruchaga, un texto que me ha gustado mucho y que, conociendo la poesía de André, me parece honesto y acertado.
Así que dos Poesía y Más en esta CULTURA septiembre 2007 - abril 2008.
Por lo que les dejo con una parte de este TANGO:
Es difícil
en este Buenos Aires
seguir siendo lo que fui.
Fumar acompañada de bocinas,
y esperar…
Esperarte.
El farol,
igual que yo,
va perdiendo el alma a jirones
cada noche.
La mina de enfrente baila fantasía…
No tiene catorce
y ya se ha quebrado el tacón
más de una vez.
Esta calle está llena de mujer
buscando nada,
de porteño buscando mujer
que no busque nada,
de tango escurriendo por balcones
y de “vino” que nunca se quedó
más de unas horas.
¡Qué doloroso es este Buenos Aires
de quilombos y arrabal!
De niños sin presente,
de hombres sin pasado,
de mujeres sin mañana,
sin hoy,
sin ayer,
sin esperanza…
Hoy quisiera ser Malena con voz de bandoneón,
con voz de pena,
con voz de sombra,
para gritarte esta historia.
Hoy quisiera estar piantaa piantaa piantaa
y llenarme la boca de golondrinas,
pero es de noche y no hay frutas flotando en este aire
que no puedo respirar
La piba muere de frío
pero baila y baila fantasía con los ojos perdidos
en el tango que la obliga,
el malevo le toma la cintura,
le muerde la inocencia…
Le apuñala el corazón.
Yo también fui esa mina
de piel de luna,
también bailé al son del bandoneón
y lloraron los hombres de ver tanta dulzura
apuñada en estas manos
desafiando la razón.
También tuve la piel de canela y cardamomo,
también los pies ligeros al danzar…
Pero este tiempo que se arrastra entre rendijas
orada hasta la piel más fina…
Hasta la carne más firme,
y ya estás vieja para ser la vendedora de violetas
y Pompeya ya no se enciende bajo tus pies.
En este número, que es doble, se presenta un Homenaje al Grupo Literario Piedra y Siglo, que ha cumplido 40 años de trabajo poético y que está integrado por Ricardo Castrorrivas, Rafael Mendoza, Ovidio Villafuerte, Luis Melgar e Iraheta Santos. Homenaje más bien merecido y necesario como constancia histórica del trabajo de estos incansables poetas que durante más de cuatro décadas, desde sus diferentes trincheras estilísticas, han producido arte y espacios de crítica, análisis y pensamiento.
Pero además, el director de la revista, ha tenido a bien incluir un poema largo titulado Tango, de mi autoría; esto me llena de felicidad y sobre todo de orgullo pues CULTURA ha sido en nuestro país el referente obligatorio, sobre todo, de la literatura nacional e internacional. Por las páginas de esta revista han pasado grandes escritores de todas las latitudes y que se le publique un texto a uno es importante.
Este Tango tiene varios puntos de origen: un largo y profundo amor porteño, una curiosidad por el Lunfardo, un asistir a un espectáculo, un comprobar que el tango se está reinventando diariamente, un no parar de cumplir años, una crisis económica, un participar en "Cacerolazo de De la Rua", en fin, que es un poema engendrado por diferentes padres y madres, y por la misma.
Además, también ha sido publicado un texto de nuestra compañera Claudia Hérodier en el que analiza y comenta el trabajo poético de nuestro querido André Cruchaga, un texto que me ha gustado mucho y que, conociendo la poesía de André, me parece honesto y acertado.
Así que dos Poesía y Más en esta CULTURA septiembre 2007 - abril 2008.
Por lo que les dejo con una parte de este TANGO:
Es difícil
en este Buenos Aires
seguir siendo lo que fui.
Fumar acompañada de bocinas,
y esperar…
Esperarte.
El farol,
igual que yo,
va perdiendo el alma a jirones
cada noche.
La mina de enfrente baila fantasía…
No tiene catorce
y ya se ha quebrado el tacón
más de una vez.
Esta calle está llena de mujer
buscando nada,
de porteño buscando mujer
que no busque nada,
de tango escurriendo por balcones
y de “vino” que nunca se quedó
más de unas horas.
¡Qué doloroso es este Buenos Aires
de quilombos y arrabal!
De niños sin presente,
de hombres sin pasado,
de mujeres sin mañana,
sin hoy,
sin ayer,
sin esperanza…
Hoy quisiera ser Malena con voz de bandoneón,
con voz de pena,
con voz de sombra,
para gritarte esta historia.
Hoy quisiera estar piantaa piantaa piantaa
y llenarme la boca de golondrinas,
pero es de noche y no hay frutas flotando en este aire
que no puedo respirar
La piba muere de frío
pero baila y baila fantasía con los ojos perdidos
en el tango que la obliga,
el malevo le toma la cintura,
le muerde la inocencia…
Le apuñala el corazón.
Yo también fui esa mina
de piel de luna,
también bailé al son del bandoneón
y lloraron los hombres de ver tanta dulzura
apuñada en estas manos
desafiando la razón.
También tuve la piel de canela y cardamomo,
también los pies ligeros al danzar…
Pero este tiempo que se arrastra entre rendijas
orada hasta la piel más fina…
Hasta la carne más firme,
y ya estás vieja para ser la vendedora de violetas
y Pompeya ya no se enciende bajo tus pies.
1 comentario:
Hermoso poema Aída, sostenido hasta el final y si lo recitas con un ritmo del viejo Buenos Aires salen varias lágrimas.
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