"Sin tregua como las nubes"
Por invitación oficial del gobierno venezolano asistí al V Festival Mundial de Poesía en Caracas, Venezuela, que se desarrolló del 18 al 25 de mayo de 2008 y fue un homenaje al poeta y crítico margariteño Gustavo Pereira.
El Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través de la Casa Nacional de las Letras “Andrés Bello”, organiza este importante evento que se realizará en Caracas y simultáneamente en el interior del país, en donde se desarrollarán talleres de poesía, recitales itinerantes en zonas populares, conferencias, foros, tertulias y mesas redondas.Diversos poetas internacionales participarán en carácter de invitados, entre ellos: Brigitta Jonsdottir de Islandia, Aída Párraga de El Salvador, María Ángeles Pérez Pópez de España; la periodista paraguaya Susy Delgado; el colombiano Gabriel Jaime Franco; el escritor y pintor surafricano, Breyten Breytenbach, entre muchos otros.
La invitación incluía todo, a TREINTA Y CUATRO poetas de los cinco continentes nos enviaron invitaciones, pasajes, tramites de embajadas, itinerarios y la seguridad de que seríamos recibidos con cariño y organización.
Así fue, después de un viaje de casi cuatro horas arribé al aeropuerto internacional de Maiquetía, ubicado en la zona costera y a unos 45 minutos de la ciudad. Las colas en migración eran inmensas, venían turistas y nacionales de todas partes del mundo y obviamente, tardamos un tiempo considerable en el proceso, pero una vez fuera, me encontré con muchos jóvenes con cartelitos en color amarillo y azul con el logo del festival y el nombre de los poetas que esperaban.
Entre ellos encontré el mío, lo llevaba Yury, una chica de veintitantos años, guapa, morena, cordial, amable, que estaba afligida porque todos los pasajeros de mi vuelo habían salido y solo yo faltaba, esto fue porque mi maletita fue la última en ser escupida por el monstruo de las bandas transportadoras. Una vez reunidas esperamos por otros poetas, ahí conocí a Natalie Handal, la poeta Palestina invitada que además de ser muy guapa también, hablaba español bastante fluidamente y me contó que tenía un tío muy famoso en El Salvador, "Seguro lo conoces-me dijo- se llama Shafik Handal" Y sí que le conocimos, al menos por los medios de comunicación. Natalie vive en Nueva York y maneja muchos proyectos de orden artístico. Estando ahí también llegaron los poetas colombianos Gonzalo Márquez y Amparo Osorio, y Claude Pierre de Haiti. En total fuimos como ocho poetas que nos juntamos en la sala del aeropuerto y luego, cada uno con su guía, abordamos los transportes hacia Caracas.
La carretera atraviesa una montaña con dos túneles enormes, uno de ellos, el más largo, rompe las entrañas de piedra y clasifica como uno de los de mayor longitud en Latinoamérica. Los barrios a las orillas son de gente trabajadora y se ven las casas pintadas en colores vivos. La ciudad es enorme, tiene rascacielos maravillosos y grandes parques en diferentes zonas, por lo que da la impresión de ser una ciudad verde.
El centro de reunión era el hotel Alba Caracas, otrora Hilton, un hotel no muy nuevo pero con todas las comodidades de un hotel cinco estrellas, frente a él se encuentra el Centro Cultural Teatro Teresa Carreño, una maravilla de la arquitectura moderna y un espacio impresionante para el teatro en cuyo corazón late la música en la sala Ríos Reyna, una sala construida especialmente para conciertos, pero también está la Pequeña Sala de Cámara José Felix Ribas, para mayor información les recomiendo http://www.analitica.com/arte/1999.03/habitat/Default.htm un sitio en el que encontrarán toda la información sobre este increíble espacio cultural.
A la par del Teresa Carreño se encuentra el espacio dedicado al Ateneo de Venezuela, también dedicado a las Artes en todas sus expresiones, con hermosas salas de teatro, café teatro y cine arte. Pero además con la sorpresa de que en él se encuentra ubicado el Café Rajatabla, un centro de encuentro para los artistas fundado por los miembros de ese estupendo grupo de teatro venezolano Rajatabla, un grupo que hizo historia en Latinoamérica bajo la dirección del genial director Carlos Gimenez. De verdad que fue una gran felicidad encontrarme con estos espacios al abrir la ventana de mi habitación.
El sábado que llegué no hice más que quedarme en el hotel, pues ya era un poco tarde, y conocer a los organizadores del evento, a Manuel Torrealba, encargado de Logística, a Yury, mi guía, a Evita, la guía de Claude y a muchos de los chicos que estaban esperando a sus poetas.
La cena maravillosa y las expectativas por una semana que me prometía muchas experiencias y alegrías, me dificultaron conciliar el sueño, sobre todo porque parecía que ya estaba soñando.
1 comentario:
Felicidades Aída. En hora buena
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