"Tengo Amigos
en Valera, Trujillo"
El Festival Mundial de Poesía de Caracas lleva a los poetas a toda la Patria Venezolana, a mí me tocó visitar dos estados: Trujillo y Apure. Esta crónica es sobre mi experiencia en Valera, la capital de Trujillo y de las Actividades en el Foro Bolivariano, espacio cultural de reciente inauguración en la ciudad.
Volamos hacia Valera por una línea nacional, un vuelo de una hora y media más o menos. Al llegar nos esperaba Julio Borromé, director de la Plataforma Nacional del Libro en Trujillo y responsable de la coordinación de las actividades referentes al V Festival Mundial de Poesía. No viajé sola, me acompañaban David Rondoni, poeta italiano, y Daniela, su traductora. En un auto compacto nos desplazamos, a través de unas calles tranquilas y vacías de autos, hacia el centro de la ciudad. Fuimos Hospedados en el Hotel Camino Real, lo más moderno de la ciudad, chico pero lindo y acogedor.
Un momento después fuimos a comer a un lugar muy hermoso, del que obviamente no recuerdo el nombre, pero la comida deliciosa: Pescado, carnes y pastas, eran la especialidad. Después del almuerzo corrimos hacia el Foro Bolivariano pues ya nos esperaban los chicos invitados al "Taller básico y expedito de lo que podría ser un Haiku". Entre ellos Jessica, Corrado, Joel y Emilio... 8 en total, un buen número para poder realizar una discusión interesante con oportunidades para que todos participen. La historia del Haiku, mi posición por qué en español no se pueden escribir y porque podemos escribir cosas parecidas que guarden el espíritu de esta forma poética japonesa y que por ahí podríamos bautizar de otra forma, con otra métrica y con otras reglas. Pero esa es una discusión que ya me ha llevado a más de un altercado con unos amigos poetas, y a más de una alianza con otros.
Volamos hacia Valera por una línea nacional, un vuelo de una hora y media más o menos. Al llegar nos esperaba Julio Borromé, director de la Plataforma Nacional del Libro en Trujillo y responsable de la coordinación de las actividades referentes al V Festival Mundial de Poesía. No viajé sola, me acompañaban David Rondoni, poeta italiano, y Daniela, su traductora. En un auto compacto nos desplazamos, a través de unas calles tranquilas y vacías de autos, hacia el centro de la ciudad. Fuimos Hospedados en el Hotel Camino Real, lo más moderno de la ciudad, chico pero lindo y acogedor.
Un momento después fuimos a comer a un lugar muy hermoso, del que obviamente no recuerdo el nombre, pero la comida deliciosa: Pescado, carnes y pastas, eran la especialidad. Después del almuerzo corrimos hacia el Foro Bolivariano pues ya nos esperaban los chicos invitados al "Taller básico y expedito de lo que podría ser un Haiku". Entre ellos Jessica, Corrado, Joel y Emilio... 8 en total, un buen número para poder realizar una discusión interesante con oportunidades para que todos participen. La historia del Haiku, mi posición por qué en español no se pueden escribir y porque podemos escribir cosas parecidas que guarden el espíritu de esta forma poética japonesa y que por ahí podríamos bautizar de otra forma, con otra métrica y con otras reglas. Pero esa es una discusión que ya me ha llevado a más de un altercado con unos amigos poetas, y a más de una alianza con otros.
El hecho es que el taller fue maravilloso, nos la pasamos divino y se fue el tiempo más rápido que corriendo. Al terminar, dio inicio el recital al que habíamos sido convocados Rondoni y yo, tomaron parte en él los poetas del estado Pedro Ruiz, Julio Borromé, María Elena Delgado, Hugo Sánchez, Pedro Cuartín, Rafael Alfonso, Douglas Bohórquez y Eduardo Zambrano Colmenarez. A pesar de que éramos varios poetas, el tiempo pasó muy rápido escuchando la obra de los más destacados bardos valerianos.
Al terminar se había organizado una recepción en la que pudimos compartir con los poetas y los asistentes sus inquietudes, sus expectativas y experiencias en torno a la poesía.
Al terminar se había organizado una recepción en la que pudimos compartir con los poetas y los asistentes sus inquietudes, sus expectativas y experiencias en torno a la poesía.
Nos juntamos a cenar en el mismo delicioso lugar y luego a dormir. Por la mañana del jueves tuve tiempo para caminar por el centro de Valera, comprar dulces típicos venezolanos, ver de fuera (pues estaba cerrada) la Catedral y comprar algunas cosas.
Pero como este mundo es tan chico, entrando a un café, en busca de un baño, escuché que me llamaban, o al menos llamaban a una Aída, volví a ver, claro, y sí, era Joel que estaba sentado desayunando y me invitó a sentarme con él, me invitó una arepa y un licuado de fresa, hablamos de poesía, del medio, del ambiente, de lo que pasa en una ciudad chica como Valera, y luego se nos unió Carlos, otro de los chicos del taller, y al final me sentí en casa, en ese lugar que uno conoce y en el que le conocen, y le quieren, a uno. "Tengo amigos en Valera, no hay duda"
Antes del mediodía nos esperaban para llevarnos al aeropuerto... El poeta Borromé me trajo un increíble dulce de lechosa preparado por su madre, algo exquisito que agradezco todavía, creo que regalar dulces es bello, por todas las implicaciones que esto tiene, y más cuando han sido hechos en casa, con ese cariño con el que uno prepara las cosas para sus amores. Así que gracias nuevamente. En una carrera hablamos, le hice a Julio una entrevista para mi programa "La Bohemia", nos abrazamos, y con la tristeza de dejar a un querido amigo, nos despedimos... Él volvió a Valera y nosotros a Caracas.
Pero como este mundo es tan chico, entrando a un café, en busca de un baño, escuché que me llamaban, o al menos llamaban a una Aída, volví a ver, claro, y sí, era Joel que estaba sentado desayunando y me invitó a sentarme con él, me invitó una arepa y un licuado de fresa, hablamos de poesía, del medio, del ambiente, de lo que pasa en una ciudad chica como Valera, y luego se nos unió Carlos, otro de los chicos del taller, y al final me sentí en casa, en ese lugar que uno conoce y en el que le conocen, y le quieren, a uno. "Tengo amigos en Valera, no hay duda"
Antes del mediodía nos esperaban para llevarnos al aeropuerto... El poeta Borromé me trajo un increíble dulce de lechosa preparado por su madre, algo exquisito que agradezco todavía, creo que regalar dulces es bello, por todas las implicaciones que esto tiene, y más cuando han sido hechos en casa, con ese cariño con el que uno prepara las cosas para sus amores. Así que gracias nuevamente. En una carrera hablamos, le hice a Julio una entrevista para mi programa "La Bohemia", nos abrazamos, y con la tristeza de dejar a un querido amigo, nos despedimos... Él volvió a Valera y nosotros a Caracas.
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